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La receta que ilusiona a Colombia: los goles de Ney, el carácter y su recambio

La receta que ilusiona a Colombia: los goles de Ney, el carácter y su recambio

La Tricolor protagonizó uno de los mejores partidos del torneo en su inolvidable e histórico triunfo ante España por los cuartos de final de la Copa Mundial Sub-20 de Chile.

La tensión todavía se siente en cada uno de los rincones del Estadio Fiscal de Talca. Colombia acaba de ganar un partido para la historia que jugadores, cuerpo técnico, hinchas y periodistas celebraron como un título. El entrenador César Torres incluso aparece en la zona mixta con los ojos enrojecidos de la emoción y con el corazón todavía palpitante como consecuencia de un cierre agónico tras una tarde a pura emoción. 

“Fue un partido bravísimo, esto es un plus mental y futbolístico. Estos chicos están consagrándose, están dándolo todo -explica el entrenador ante FIFA-. Me emociona la actitud. Es un país, hay que darlo todo y hasta la última gota de sudor. Y despertaron a la bestia. La gloria es para Dios, el partido es de los muchachos. Estos chicos son como mis hijos, los quiero mucho”. 

Y probablemente no haya ninguno que sienta más la presencia de esa figura paterna que el propio Néiser Villarreal, la gran figura del combinado sudamericano que se llevó la pelota y el premio al mejor jugador del partido en honor a su hattrick. El respaldo de Torres fue determinante para la presencia del artillero, quien en las semanas previas al inicio del torneo había tenido dudas sobre su participación por la polémica que se generó alrededor de una imagen del delantero de Millonarios con la camiseta del América de Cali. 

«Es una bestia, un animal, pero es humano y muy noble. Todo el mundo lo ama, todo el mundo lo quiere. Cuando sucedió lo de la camiseta, me escribió llorando y me dijo que no merecía ir a la Selección Colombia, que no quería venir y que estaba muy frustrado -relató Torres en la zona mixta-. Lo llamé varias veces, le dije que era el goleador de la Selección, un derecho que nadie le podía quitar, y que se recuperara que la Selección lo está esperando con los brazos abiertos. Y por eso son sus lágrimas. Porque detrás del jugador hay un ser humano, que siente y que sufre. Cuando se puso la camiseta se la puso por sus compañeros Kener y Cavadía, en solidaridad, no por retar a los hinchas de Millonarios”. 

Y Néiser viajó a Chile para seguir construyendo su mística como jugador de selección: anotó trece goles en el año y todos fueron con la camiseta de su país. Fue el máximo anotador del campeonato Sudamericano Sub-20 con ocho tantos y ahora acumula cinco, dos ante Sudáfrica por octavos de final y estos tres en una victoria épica: “Estoy muy contento por los goles. La salida que tuve en el partido contra Nigeria, que el profe me sacó y me fui al camerino, eso me llevó a tocar fondo. Y ahora vine con mucha confianza”. «Apareció la bestia, es importante para el equipo, es un jugador que nos aporta mucho y nos ha ayudado mucho con los goles», agregó su compañero Juan Arizala. 

La historia de Néiser se construye alrededor de su resiliencia, dentro y fuera de la cancha: perdió a su papá cuando todavía era un niño. “Está arriba, lo mataron cuando (yo) tenía 6 años, recuerdo un poco y siempre en las noches digo que me ayuda desde arriba… Desde la primera ocasión siempre dije que me iba a ayudar, siempre le digo a él cuando tengo partidos, porque a él le gustaría que yo estuviera acá en la selección”, había dicho tras ser premiado también con el trofeo al MVP ante Sudáfrica. 

Pero Ney no es el único argumento para soñar de una Colombia que expuso su carácter para sortear las dificultades de un trámite que fue adverso inicialmente por la superioridad futbolística de España y por el 2-1 que los europeos consiguieron en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. “Es un equipo con un carácter increíble, superamos muchas adversidades, tanto en lo deportivo como en la vida personal. Hay historias de vida muy hermosas, así que creo que estamos para cosas grandes”, evaluó el central Julián Bazán.  

“Somos un equipo muy aguerrido que nunca agachó la cabeza. Fuimos al frente, buscamos al rival y logramos ganar el partido. Con mucha personalidad nos quedamos con la clasificación. Nunca nos bajoneamos aunque nos remontaran el partido”, celebró el capitán Kéner González en una efusiva zona mixta post partido. 

Además de su mentalidad competitiva, Colombia encontró en los suplentes que ingresaron desde el banco soluciones a los problemas que había planteado España en el momento más caliente de la tarde: “Cuando entró el recambio emparejamos el partido y no lo sufrimos más. Logramos recomponer varios desafíos del juego y los cambios estuvieron impresionantes, gracias a ellos logramos por fin presionar arriba, que era lo que queríamos desde el partido pero no habíamos podido hacerlo”, analizó Torres. 

La Roja había edificado una remontada memorable en tres minutos con los goles de Rayane Belaid y Jan Virgili e inmediatamente Torres dispuso los ingresos de Jhon Rentería y Joel Romero, una fórmula que le permitió contrarrestar la efusividad española y volver a revertir el resultado. De entrada, la ausencia inicial de Simón García por acumulación de amarillas fue suplida con éxito por el zaguero Julián Bazán: “Lo hablaba con Simón, creo que hemos construido una familia y parte de esa familia es cuando no está disponible uno, el otro se mata por el compañero. Creo que hoy entré con todas las ganas de continuar con el buen trabajo que viene haciendo Simón y seguir consolidando esa saga defensiva”. 

De cara al cruce de semifinales que Colombia afrontará el miércoles en Santiago, Torres tendrá una baja significativa: Néiser se perderá el partido por haber recibido una amonestación. Jordan Barrera, quien estaba registrando una actuación fabulosa hasta la lesión que lo obligó a abandonar la cancha a los 43 minutos, salió lesionado y el cuerpo técnico colombiano seguirá su evolución durante las próximas horas para descifrar si puede contar con él. Pero puertas adentro hay confianza en la profundidad de su plantel: “Tenemos jugadores que pueden hacerlo igual o mejor que yo”, advierte Villarreal. 

Con personalidad y coraje, Colombia hizo de Talca una fortaleza inexpugnable. Ahora se mudará a Santiago con una certeza: lo hecho hasta ahora no es suficiente. “Me voy muy contento por la clasificación y el partido pero no hemos hecho historia. Como dice el profe Torres, la historia se hace llevando la Copa del Mundo a Colombia”.