La selección del Altiplano consiguió un triunfo histórico como local ante Brasil y aprovechó la caída de Venezuela para garantizar su lugar en el Torneo Clasificatorio.
- La Verde venció por la mínima a la Canarinha y se quedó con el cupo a repechaje para el Mundial 2026.
- Miguel Terceros marcó el gol que sentenció la clasificación al Repechaje.
Por la última fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, el conjunto dirigido por Óscar Villegas venció 1-0 este martes 09 de septiembre a Brasil en El Alto, Bolivia, y se clasificó al repechaje para la Copa del Mundo 2026.
La Verde llegó al séptimo lugar del premundial sudamericano con 20 puntos, y superó a la Vinotinto que se quedó con 18 unidades.
El silbatazo final del árbitro chileno Cristián Garay Reyes desató la emoción, una mezcla de euforia, incredulidad y desahogo. Carlos Lampe, el arquero que había sido símbolo de la resistencia durante los últimos minutos para sostener el 1-0 parcial ante Bolivia, se desploma con la pelota entre sus manos, mientras sus compañeros también caen y riegan con sus lágrimas el césped del Estadio El Alto, un llanto que se replica en las tribunas al son de los fuegos artificiales que estallan en su cielo. Bolivia, que necesitaba su triunfo y el traspié de Venezuela, había obrado el milagro.
A veces, el fútbol y la vida ofrecen una narrativa cíclica. Es el eterno retorno boliviano: su último recuerdo en una Copa del Mundo es la derrota ante España, en el Soldier Field de Chicago, en la última jornada del Grupo C de la Copa Mundial de Estados Unidos 1994. Pese a la pronta eliminación, aquel 27 de junio fue memorable: Erwin Sánchez anotó el primer gol de su país en su tercera participación mundialista. 32 años después, tras haber conseguido un triunfo que vivirá para siempre en el recuerdo de toda una nación, Bolivia sueña con volver a América del Norte: jugará el repechaje intercontinental que se celebrará en marzo de 2026 en busca de una de las dos plazas para el certamen.
De cara a la edición mundialista de 1994, Bolivia acumulaba 44 años sin participaciones en la cita más importante del fútbol. En aquellas Eliminatorias, que se disputaban con el viejo formato de dos grupos, el conjunto dirigido por Xabier Azkagorta fue la gran sorpresa de la clasificación con su generación dorada: Marco Etcheverry, Erwin «Platini» Sánchez, Julio César Baldivieso, William Ramallo y Milton Melgar, entre otros, habían sido claves para la hazaña de emitir su boleto por primera vez gracias a sus méritos deportivos. Justamente en esa inesperada travesía fue clave el cruce ante Brasil, otro punto en común entre el pasado y el presente: el 25 de julio de 1993 en el Hernando Siles de La Paz, los goles de Marco Etcheverry -desgarrado desde los diez minutos del primer tiempo- y Álvaro Peña le asestaron a Brasil la primera derrota en su historia de las Eliminatorias.
Más de tres décadas después, una nueva generación sueña con vestirse de oro. Con el joven Miguel Terceros como líder de la renovación en una formación en la que apenas Lampe supera los 27 años, Bolivia volvió a rubricar una campaña histórica. Después de padecer frustración tras frustración, el penal de Terceros, autor de siete goles y segundo máximo goleador de las Eliminatorias junto a Luis Díaz apenas por detrás de Lionel Messi, le permitió volver a soñar. El entrenador Óscar Villegas, uno de los artífices de la proeza, había advertido que sus muchachos iban a luchar hasta el final y así lo hicieron desde que salieron a la cancha con un planteo audaz con tres delanteros.
Fue una noche emotiva desde el arranque: Enzo Monteiro, joven delantero boliviano de apenas 21 años, lloró mientras escuchaba el himno nacional. Con el corazón caliente, el coraje en El Alto y la atención a lo que sucedía con Venezuela en Maturín, Bolivia equiparó la desventaja de nombres con respecto a Brasil gracias a su coraje y se quedó con los tres puntos en una actuación ilusionante de cara al futuro inmediato por su clasificación al Torneo Clasificatorio y al más allá pensando también en 2030: la Verde alineó a Efrain Morales (21 años), Diego Medina (23), Ervin Vaca (21), Robson Matheus (23), Moisés Paniagua (18), Enzo Monteiro (21) y Miguel Terceros (21).
Como en 1994, Bolivia hizo de su casa una fortaleza: acumuló 17 de sus 20 puntos en su territorio gracias a los triunfos ante Perú, Venezuela, Colombia, Chile y Brasil, además de los empates frente a Paraguay y Uruguay. Tras un mal arranque de la era del técnico brasileño Antonio Carlos Zago, la Federación Boliviana de Fútbol decidió despedir al entrenador y apostar por Villegas, quien le cambió la cara al equipo con una clara apuesta por la juventud y un estilo más ofensivo. Un año después, cumplió con el objetivo que se trazó en la conferencia de prensa de su presentación: “Quiero seguir sumando (puntos) y después una de las prioridades que tenemos es intentar jugar bien, que lo hemos hecho, lo estamos haciendo».
Bolivia, recurrente colista en las Eliminatorias de las últimas tres décadas, concretó su primer sueño para ir en busca del segundo. Impulsados por la emoción de haber escrito otro capítulo histórico, afrontarán el Torneo Clasificatorio en el que participarán dos combinados de la Concacaf, además de uno de la AFC, uno de la CAF y otro de la OFC en marzo de 2026, durante el periodo de partidos internacionales que va del 23 al 31 de marzo.