Luego del anhelado triunfo conseguido en casa ante el DIM, los cardenales deben hacer valer esos 3 puntos en el clásico y así empezar a salir a flote en el campeonato colombiano
*La opinón del columnista no refleja necesariamente la opinión del medio en cuestión
Un gran respiro consiguió en la tarde noche del pasado domingo Independiente Santa Fe en el estadio El Campín, producto de un éxito, su primero en TODO el año, jugando en condición de local por el campeonato colombiano, dejando atrás esos triunfos ante el Bogotá F.C. en el mes de abril y ante Atlético Nacional semanas atrás, que lograron en la Copa, pero este sin duda fue especial por todo lo que giraba entorno al rojo de la capital.
Sin duda alguna que el desahogo de todo el equipo, sumado al de los más de 10.000 hinchas cardenales presentes en el estadio, fue algo épico, que parecía efímero, como si el equipo se fuera a demorar muchos meses más y es que no era para menos, esto si se tiene en cuenta que desde el pasado 3 de noviembre del 2018, en una curiosa pero exitosa presentación de su plantel mixto, lograron derrotar al Deportes Tolima por 3-0, por lo que, casi 10 meses después, los goles de Jefferson Duque en primera instancia y de Fainer Torijano posteriormente, fueron un éxtasis sagrado y que incluso al final, tras días de incertidumbre y muchos cambios, cesaron la horrible noche.
Una de las grandes sorpresas, pero que lleno bastante de confianza a toda la hinchada y muy seguramente al cuerpo técnico y los jugadores, fue el gol con el que el artillero antioqueño por fin ponía fin a esa larga racha de juegos sin marcar, ese «grito sagrado» que llenó de júbilo las graderías del Campín, que al final fue, en palabras del propio Duque, un partido redondo, pero que no podía quedarse en eso simplemente, hay que doblegar esfuerzos, consolidarse y sobre todo ratificar lo hecho el próximo fin de semana en el «clásico capitalino», el cual tendrá a Santa Fe haciendo las veces de local.
Por todo esto, el éxito conseguido luego de más de 300 días de padecimiento tuvo un significado especial para todos los que están relacionados con el cuadro «albirrojo», pero que no hay que asumir esto como un título, claro, no señalando en este sentido porque es claro que el domingo ante el Medellín el partido fue todo un éxito, tanto en la cancha como en las tribunas, pero hay que ser claros en que es el momento ideal para empezar a encontrar esa regularidad que desde hace un buen tiempo perdió Independiente Santa Fe.
Mitad de campeonato, aún con esperanzas de acercarse al grupo de los ocho primeros del campeonato y, más en concreto, con el gran partido del fútbol capitalino a la vuelta de la esquina y jugando en casa, sin duda son factores que, sumados a las considerables bajas que tendrá el cuadoro embajador (sin su portero estrella Wuilker Fariñez, sin su creativo Macalister Silva y sin su goleador José Guillermo Ortiz), los leones capitalinos deberán encontrar esa solidez y la consolidación en esta décima jornada, sabiendo que pueden seguir labrando un camino más recto, sin tanto baches ni extremos como los vividos durante el último año especialmente.
Claro está y recalcando, no debe ser cuestión de un juego, durante este mes de sepiembre Harold Rivera y sus pupilos tendrán duros retos y en los que deberán aprovechar al máximo para sacar triunfos que permitan alejar los fantasmas del descenso para el 2020 y, además, seguir batallando para ascender en la tabla de la Liga Águila y soñar con un cupo a las finales, recordando que este mes recibirá a Millonarios y a Envigado, mientras que visitará al Once Caldas y a Jaguares.
