El Rockin’1000 que se llevaría a cabo el 20 de mayo en el Estadio El Campín, ha sido postergado hasta que el equipo logístico encuentre las condiciones adecuadas para su realización.
Lo mismo que ocurrió en CDMX, pasó en Colombia y es que el festival que reúne más de mil músicos tocando las mejores canciones del Rock, fue postergado hasta nuevo aviso, en el caso de la ciudad de Bogotá su nueva fecha se debe a la petición que realizó Dimayor a OCESA, organizador del evento en el país y es que el concierto que estaba programado para el 20 de Mayo, interferia con el calendario de la Liga Colombiana y con los partidos que disputan Millonarios y Santa Fe en Copa Sudamericana, pues debido a la mala programación de los conciertos, el equipo ‘Embajador’ no pudo jugar su partido de local ante Envigado por qué el Campín, máximo escenario deportivo de los capitalinos, estaba ocupado en un concierto de Rock y a falta de más fechas para la reprogramación, el equipo Azul tendrá que jugar el martes 2 de mayo a las 7pm contra América Mineiro por Copa Internacional y 23 horas después ante Envigado en el partido postergado de la Liga local.
Rockin’1000 tenía presupuestada su puesta en escena el 20 de Mayo, mismas fechas en que se termina la fase de todos contra todos de la Liga del fútbol en Colombia y debido a los cinco días que se demora el montaje del evento y su posterior retirada, hacen imposible que ambos equipos capitalinos tengan a disposición el estadio.
-Historia del Campín-
El Estadio Nemesio Camacho El Campín fue inaugurado el 15 de agosto de 1938; a las diez de la mañana, Eduardo Santos y Gustavo Santos, presidente y alcalde de Bogotá respectivamente, junto a los clubes deportivos, la junta de los Juegos Bolivarianos y miembros del Comité Olímpico Colombiano inauguraron al estadio.
El estadio es conocido como El Campín y debe su nombre al lugar donde se ubicó, La Hacienda El Campín, que era un lote ubicado al occidente de chapinero y que pertenecía a la familia de Luis Camacho Matiz, en ese momento concejal de Bogotá y quien fue convencido por Alberto Nariño Cheyne (Pionero del Comité Olímpico Colombiano) de donar el terreno para la construcción de un estadio, la familia Camacho aceptó con la única condición que el escenario deportivo de los Bogotanos llevaría el nombre de su padre, Nemesio Camacho.
El estadio nació para conmemorar los 400 años de la ciudad y al mismo tiempo ser la sede de los primeros Juegos Bolivarianos de la historia, de la mano de Nariño Cheyne y Jorge Eliécer Gaitán, alcalde de ese momento en Bogotá, se creó el estadio acorde a la ciudad, ya que el único escenario deportivo que tenía, era el estadio de la Universidad Nacional que no era apropiado para las justas bolivarianas.
Luis Eduardo Mora fue el encargado de diseñar el estadio, el cual contó inicialmente con nueve tribunas y una capacidad general para 23.500 espectadores. En 1968, tras una nueva remodelación y ampliación, se habilitó su capacidad oficial para 62.500 espectadores pero tras varias remodelaciones en varias décadas y siendo la última para el Mundial Sub20 de 2011, el aforo se redujo al actual que de 36. 343 espectadores sin poder utilizar las tribunas bajas de norte y sur para partidos de fútbol.
Un problema de nunca acabar, unido a la displicencia del IDRD en manos de una directora que no quiere el Campín como escenario de fútbol.
Les he dicho que odio el fútbol? 🙁
— 🏳️🌈 Blanca Duran (@blancaduranh) July 7, 2011
Nunca he podido entender que le encuentran de divertido al fútbol, 22 pelotas detrás de un balón no es mi idea de diversión
— 🏳️🌈 Blanca Duran (@blancaduranh) November 15, 2011
Millonarios y Santa Fe, pagan miles de millones de alquiler por cada jornada en el Estadio el Campín que ni siquiera cuenta con una infraestructura acorde a un escenario que está en la Capital del país, pues según la personería de Bogotá, en el estadio no se cuenta con la debida protección de pararrayos, pues en una ciudad en la llueve un aproximado de 186 días por año y donde en un solo día y para no ir nada lejos, el 17 de marzo de este año, se presentó un nuevo récord de caída de rayos, pues en dicho día entre las 3 y 5 de la tarde cayeron más de 3,200 rayos, eso es algo preocupante sabiendo que el estadio más importante de Bogotá no tiene un sistema que proteja a los espectadores de dichos rayos y más cuando el escenario es usado 2 y a veces 3 días por semana no solo en fútbol sino en grandes conciertos que llegan a la ciudad, lamentablemente en la ciudad y el país hasta que no ocurra una tragedia y alguien sea impactado por un rayo, no se tomarán las medidas acordes y lo peor es que los miles de millones que se pagan en alquiler, poco son reinvertidos, pues la tribuna de oriental a tenido poco y nada de reformas desde su inauguración en 1930, a este paso, dicha tribuna pasará a ser un bien de carácter histórico y cultural.
El Personero de Bogotá, ratificó hace 2 meses que el estadio no estaba en condiciones acorde a lo necesario por la ciudad pues según expresó: «Venimos haciendo un seguimiento en varios aspectos, en la última visita que realizamos, quedamos con una fuerte preocupación frente al tema del pararrayos, pues fue instalado hace más de 13 años, no tiene una cobertura del 100% del estadio. Ha tenido mantenimientos, pero no se ha ampliado” y continuó afirmando, algo aún más preocupante no solo para los asisten al fútbol sino a los conciertos que usan las mismas tribunas para ver el show, pues afirma que:
«La tribuna occidental donde hay gran afluencia de personas, en este sentido es necesario ampliar la cobertura del pararrayos para poder estar seguros dentro del estadio. En caso de una tormenta eléctrica, estarían en riesgo”.
Añadido a todo esto, hay más errores y el campín no cuenta con el espacio necesario para la circulación de las personas y el riesgo que corren estos en caso de una urgencia, pues no hay espacio entre silla y silla lo que podría causar una tragedia en caso de una evacuación urgente, el personero recalca que: «Se dispuso silletería con espaldar, pero con su instalación se redujo el área libre de circulación de 75 a solo 30 centímetros entre gradas, situación que va en contravía de lo establecido en la norma técnica NSR-10 en la que se establece que, entre filas con más de 60 sillas, la distancia debe ser de 75 cm”
El resumen del informe de la personería con fecha de Febrero de 2023, afirma que:
- El sistema de pararrayos es insuficiente y representa un riesgo para los ciudadanos.
- No se encontró la certificación ni dictamen de inspección RETIE- Reglamento técnico de Instalaciones Eléctricas.
- Aún se encuentra en fase de “prueba” el manejo de los sistemas de información de hinchas; la implementación del sistema de reconocimiento biométrico y el uso de detectores de metales.
- El programa Goles en paz 2.0, no cuenta con recursos suficientes para llevar a cabo procesos de fortalecimiento del barrismo social.