, ,

Hombre de fútbol (y querido por todos) Descanse en paz Miguel Angel Russo

Hombre de fútbol (y querido por todos) Descanse en paz Miguel Angel Russo

Murió a los 69 años quien era el entrenador de Boca Juniors. Ídolo de Millonarios, Rosario Central y del Xeneize, al que dirigió en el último Mundial de Clubes, fue jugador de la Selección argentina y referente en Estudiantes de La Plata. Fue campeón en Colombia con Millonarios ante Santa Fe por Liga y ante Nacional por Superliga.

Como jugador, fue ‘One Club Men’ de Estudiantes de La Plata. De 1975 a 1988 solo vistió una camiseta. Como entrenador, pasó por varios clubes y se convirtió en ídolo. Como papá, tuvo un hijo que se dedicó a ser jugador profesional. Como hombre, un tipo querido por todos.

Miguel Ángel Russo, que murió a los 69 luego de una recaída física unos años después de haber superado un cáncer de próstata detectado en 2017, fue un hombre de fútbol. De esos a los todos conocían y hablaban bien de él. De esos a los que le alcanzaba con una mirada. De esos que tenía las palabras justas para un vestuario, un rival, un periodista. 

Russo murió mientras ejercía como entrenador de Boca, aunque su último partido dirigido fue el 10 de septiembre del 2025, justo ante Rosario Central, club en el que tuvo cinco etapas como director técnico y es considerado un ídolo. El entrenador, que asumió su tercer mandato en el Xeneize en junio de este año, fue reemplazado durante el período de ausencia por su ayudante de campo, Claudio Úbeda. 

El fútbol argentino llora especialmente su muerte porque en todos los clubes en los que estuvo (Estudiantes de La Plata, Colón, Lanús, Los Andes, Vélez, San Lorenzo), dejó una huella digna y saludable. A nivel internacional (Universidad de Chile, Alianza Lima, Cerro Porteño, Millonarios, Alianza Lima), también.

«Confié en los médicos y no me asusté porque fui medio inconsciente. Yo seguí adelante. Todo se cura con amor, en definitiva creo mucho en eso», dijo en una entrevista a La Nación al referirse al comienzo de la enfermedad que atravesó mientras era entrenador de Millonarios de Bogotá, con la decisión de no dejar su trabajo pese a las evidentes recaídas físicas. 

Como jugador, fue uno de los cerebros del Estudiantes de Carlos Salvador Bilardo que ganó el Metropolitano 1982 y el Nacional 1983. Volante central mucho más de contención que de juego, era el reflejo del entrenador dentro del campo. «Era el jugador más inteligente que tuve en Estudiantes», dijo alguna vez Bilardo. Formó parte de la Selección argentina durante las Eliminatorias rumbo a la Copa Mundial 1986 pero una serie de lesiones lo dejaron fuera del torneo que se disputó en México que la Albiceleste conquistaría para lograr su segunda estrella. 

Como entrenador, se hizo ídolo de Rosario Central, pese a su marcado paso por Estudiantes como jugador. Tuvo cinco etapas en el Canalla: la primera, en 1997, la última, en 2023, donde ganó la Copa de la Liga Profesional. En agosto de 2024, debilitado por su enfermedad, dejaría el club por «razones personales». La última vez que entró al Gigante de Arroyito fue como entrenador de Boca. Llevaba una boina que disimulaba su caída de pelo y se movía con lentitud. Recibió una ovación para toda la vida. 

En Boca, tomó las riendas del club en el 2007, en una era en la que el Xeneize dominó el fútbol sudamericano. Y estuvo lejos de bajar la vara. De la mano de un Juan Román Riquelme fenomenal, ganó la Copa Libertadores de ese año, el último título internacional conseguido por el Xeneize. En diciembre de ese año dejó el cargo luego de caer en la final del Mundial de Clubes ante Milan por 4 a 2. 

En su segundo mandato, también hizo historia grande. Su título más recordado fue la Superliga del 2020, justo antes de la epidemia por el coronavirus, cuando una victoria en la última jornada ante Gimnasia, dirigido por Diego Maradona, con gol de Carlos Tevez le dio la corona en una pelea mano a mano ante River Plate, que se quedó con las manos vacías. 

“Estoy feliz porque vuelve una persona que es amiga mía al club que amo”, dijo Juan Román Riquelme, presidente de Boca, cuando presentó a Russo en junio de 2025 para lo que sería su tercer mandato. Sin embargo, el entrenador nunca pareció preparado para estar físicamente en sus mejores condiciones. En el Mundial de Clubes que se disputó en Estados Unidos, el entrenador movió varias piezas en el equipo y logró un empate ante Benfica que encendió la esperanza de los hinchas de Boca, pero una caída ante Bayern Munich y un empate con Auckland dejaron al equipo argentino eliminado en la fase de grupos.

Russo, hombre de fútbol, llegó al plantel de Boca desde el respeto y la simpleza. En momentos de su última etapa se percibió una evidente debilidad física, con la voz algo apagada y el caminar más bien lento. «Yo vivo el día a día, realmente lo que hago es porque tengo ganas. Primero, mi familia se asusta por las decisiones que puedo llegar a tomar. Después saben cómo soy yo. Están contentos, felices. Una de las claves de Boca es disfrutarlo», dijo a DAZN poco antes del Mundial de Clubes que se disputó en junio y julio de este año. 

“Le dedicamos la victoria a Russo, es la cabeza de nuestro grupo y que esté pasando por este momento no es nada lindo. Le mandamos mucha fuerza», dijo Leandro Paredes luego de la goleada de Boca contra Newell’s el 5 de octubre, en clara referencia de un entrenador que no pasaba desapercibido, en señal de un hombre de códigos, querido y respetado.