Destinado a ser una de las figuras de la Copa Mundial Sub-20, el delantero apareció en todo su esplendor para liderar con dos goles a su país en el triunfo ante Sudáfrica por los octavos de final.
Néiser Villarreal sonríe en la zona mixta y ante las cámaras entusiasmadas de los periodistas colombianos se sacude con las manos el torso. El significado es claro: el delantero, destinado a ser una de las estrellas de la Copa Mundial Sub-20, ahuyenta la mala suerte que lo acompañó en su sequía goleadora durante las primeras tres fechas del certamen que se celebra en territorio chileno: “Yo estaba tranquilo porque el equipo estaba haciendo las cosas bien, pero eran goles que necesitaba y que también los necesitaba el equipo. Sabíamos que era la hora, que había que esperar para los goles y eso hicimos”.
Ney, como luce su camiseta número 21 en honor a su ídolo Neymar Jr, apareció en el momento indicado y a la hora indicada, justo cuando su país parecía atascarse ante una Sudáfrica valiente que había conseguido la igualdad en el marcador en el arranque del segundo tras un error en la salida del arquero Jordan García. Envalentonado por un empate inesperado, los sudafricanos habían emparejado el trámite y encima la tarde en Talca parecía torcida para la Tricolor después de que el palo izquierdo escupiera un cabezazo de Villarreal a los 57 minutos.
Sin embargo, la recompensa a su sacrificio, a su despliegue permanente y a su talento no tardaría en llegar: cinco minutos después, tras el enésimo desborde del extremo Oscar Perea, capturó un desvío en el área y enganchó la pelota con un poderoso derechazo que celebró con furia. “Se desahogó, soltó la presión, y de aquí en adelante va a jugar más liberado -vaticinó el entrenador César Torres que abrazó a su joya tras el gol-. Lo necesitamos. Lo aguantamos, lo queremos mucho y se merece lo que le pasó hoy”.
La aparición goleadora de Néiser era el elemento que le faltaba a Colombia para soñar con la historia en esta Copa Mundial Sub-20 de Chile. Goleador del Sudamericano Sub-20 con ocho tantos en nueve partidos, su irrupción resulta fundamental para apuntalar su casi inexpugnable entramado defensivo. “Se merece todo, tiene una nobleza y una humildad notables -reconoció Torres-. Ayer lo mandé a la rueda de prensa a propósito para que se suelte. No tiene que demostrarle nada a nadie. Tiene una calidad impresionante y hoy apareció. Se merece estos dos goles y esto lo va a liberar. La selección le viene muy bien, es un lugar donde es feliz y donde disfruta”.
Colombia presenta credenciales renovadas para soñar con su primer título mundial. Si bien arrancó con otra configuración en el debut, el profesor César Torres finalmente encontró la fisonomía de su tridente ofensivo con Oscar Perea como extremo por izquierda, Joel Canchimbo por derecha y Néiser como centro delantero. Entre los tres construyeron los tres goles de su clasificación a los cuartos de final, con un Perea absolutamente desequilibrante que asistió en los dos primeros tantos y un Canchimbo que anotó el primero llegando por el lado opuesto.
“Es un equipo que tiene hombres rápidos arriba pero con calidad. Sabíamos que en la medida que entremos al último cuarto de cancha, tenemos que finalizar por el lado contrario con nuestro nueve, con el extremo del lado contrario o con los interiores desde atrás. Salió perfecto. Lo intentamos muchas veces durante el juego y hoy nos salió muy bien”, analizó tácticamente Torres ante la consulta de FIFA.
Pero su producción ofensiva no fue el único aporte del trío: su presión sobre la salida sudafricana fue fundamental para generar caos en campo contrario y recuperar rápido en el último tercio rival. “Lo dan todo, absolutamente todo -festejó Torres-. Joel (Canchimbo) no está acostumbrado a hablar pero todo el mundo lo abraza y lo quiere. Vieron como salió, no podía más. Él se perdió el Sudamericano y hoy estuvo con nosotros. Todo el mundo lo abraza y lo quiere. Te presiona al central, te presiona al arquero y los rivales lo sufren. Y además hoy metió un gol”.
Oscar Perea ya emigró al fútbol europeo, adquirido por el Racing de Estrasburgo de Francia. Néiser viste la camiseta de Millonarios y en su futuro aparece el Cruzeiro brasileño. Joel Canchimbo es uno de los mayores prospectos de Junior de Barranquilla. Intérpretes de un tridente que demostró su poder en Talca, ahora enfrentarán a España en busca de un lugar en las semifinales, el rival que en la edición de 2003 le impidió acceder a la final al elenco entonces dirigido por Reinaldo Rueda
“Este equipo refleja al país, es resiliente, algunos dicen que no hemos ganado nada pero hemos ganado la vida, adversidades, pobreza, hemos superado mil cosas. Les pido que no los endiosen -lanzó Torres como advertencia ante los medios de su país-. Igual ya me encargo yo de mantener los pies en la tierra. Todavía no hemos hecho historia. La historia la haremos si ganamos la Copa Mundial. No queremos más ‘gracias muchachos’. Hoy superamos al rival y esperamos seguir superando para que por fin Colombia grite un título mundial”.


