El conjunto sudamericano clasificó como líder de su disputado grupo tras empatar contra Nigeria y enfrentará a Sudáfrica por los octavos de final de Chile 2025.
- Colombia finalizó como líder del Grupo con un triunfo y dos empates
- En los octavos de final enfrentará a Sudáfrica en Talca
- La Tricolor tiene un solo objetivo: ser campeón del mundo
Después de celebrar su cumpleaños con gol incluido en el empate frente a Nigeria, un resultado que le permitió clasificar a los octavos de final de la Copa Mundial Sub-20 de Chile 2025 como líder del Grupo F, el capitán Kéner González no dudó: «Desde niño uno sueña con estos momentos. Estamos para ser campeones. Vamos a buscar el título a toda cosa, a toda forma. Sabíamos que iba a ser un grupo muy complejo por los rivales”.
Los sudamericanos sumaron cinco puntos —dos empates y un triunfo— en una producción con rasgos repetidos: los tres rivales se cerraron en bloques bajos que el equipo de César Torres tuvo dificultades para romper, y compensaron la inferioridad técnica con un despliegue físico que les permitió equilibrar el juego ante la jerarquía individual colombiana. La consecuencia fue evidente: Colombia apenas anotó dos goles en sus tres presentaciones, la menor cifra de entre todos los clasificados a octavos de final junto a Noruega.
En contraposición, la Tricolor es el segundo equipo que menos recibió: solo el penal de Nigeria consiguió vulnerar un sistema defensivo colombiano que se recita de memoria. El arquero Jordan García es el último bastión de resistencia, fundamental en el empate ante las Súper Águilas con un par de atajadas determinantes en la arremetida final de los africanos. Por delante de él forman una dupla inexpugnable los zagueros Yeimar Mosquera, transferido al Aston Villa de la Premier League en agosto de 2024, y Simón García, defensor central del Atlético Nacional. “Este fue el equipo que más nos llegó, pero Jordan estuvo enorme, la defensa también estuvo muy bien”, reconoció el entrenador César Torres después de la igualdad.
“Estamos orgullosos del grupo, del sacrificio de todo el equipo -reflexionó García tras el empate ante Nigeria-. Fue un partido muy duro, en el que nos exigieron bastante, fue el partido más difícil de todo el grupo. Pero son partidos de Mundial, son todos muy duros, y el rival de octavos va a ser parecido a este. Es un rival africano, como este, y sabíamos que iba a ser un partido muy físico”.
Con respecto al Sudamericano, Colombia fue capaz de corregir una de sus principales falencias: “Precisamente necesitamos mejorar la parte de la concentración. En el inicio del partido con Brasil nos costó el título en el Sudamericano. Son temas puntuales de concentración, de atención, de estar en partido todo el tiempo. Lo hemos hablado, lo hemos trabajado y creo que vamos con más fuerza para el Mundial”, había advertido Torres en una entrevista con FIFA en la previa del certamen.
“Mentalmente estamos fuertes -reconoció Torres con su equipo ya clasificado a los octavos de final-. Salimos frustrados del partido de hoy porque este equipo quiere ganar, porque este equipo es ambicioso. Pero cada vez tiene más calidad, cada vez mejora más. Les dije que disfrutemos porque somos líderes de un grupo muy bravo y tenemos un equipazo. En el segundo tiempo perdimos la pelota, y se impusieron físicamente, pero vamos paso a paso y hoy recién cumplimos nuestro tercer paso”.
Colombia continuará en Talca para la siguiente ronda y será nuevamente local en un Estadio Fiscal en el que los hinchas de la Tricolor dominaron la escena. Los sudafricanos sortearon la fase inicial tras caer por 2-1 ante Francia en el debut, después de golear a Nueva Caledonia por 5-0 y tras imponerse ante Estados Unidos en la última fecha del Grupo E.
Enérgico desde la banda, el profesor Torres insistió en cada encuentro para que se animaran a conducir, arriesgar y tomar mayores riesgos en ataque. Con Kéner González como un mediocampista box to box que llega con constancia al área y Óscar Perea como el mayor factor de desequilibrio ofensivo, los sudamericanos esperan por la irrupción de Néiser Villarreal, autor de la asistencia a Kéner en la igualdad en el último trámite de la fase inicial.
“Le pedí a los laterales que arriesgaran hacia adelante, porque buscaban mucho pase de seguridad y necesitábamos hacer el dos contra uno en la banda -explicó el entrenador después del empate ante Noruega en la segunda fecha-. Me gusta porque buscamos por todos los medios, atacamos por todos los flancos, por todas las zonas y por todos los carriles. No tengo nada que reprocharle a los muchachos, nos faltó un toque de calidad en el último cuarto de la cancha que se que lo vamos a ir consiguiendo en la medida que vayamos avanzando”. Y Colombia avanza.

