El argentino, parte del Grupo de Estudio Técnico del torneo que se disputa en Estados Unidos, comparte una forma de ver el fútbol.
Cuando Esteban Cambiasso no había cumplido 20 años, ya tenía varios ‘diplomas’ en la espalda. Nació en Argentinos Juniors, casa y escuela del fútbol argentino. Zurdo, como Diego Maradona y Fernando Redondo, se volvió como uno de los herederos de esa casa tan tradicional. Partió al Real Madrid, donde se formó en el equipo B y empezó a percibir parte del ritmo europeo. Fue campeón de la Copa Mundial Sub-20 1997 con la Selección argentina, guiado por José Pekerman, al que muchos consideran un maestro -en todos los sentidos- de una generación albiceleste que marcó una época en su etapa de jugadores y muchos años después en sus diferentes roles: Lionel Scaloni, Pablo Aimar, Walter Samuel, Juan Román Riquelme, entre otros.
Con el tiempo, el mediocampista revalidaría a lo largo de su carrera todo ese talento -y recorrido- prematuro. Cambiasso, ahora de 45 años, es uno de los grandes símbolos de la historia del Inter de Milán, uno de los equipos que participó del Mundial de Clubes 2025, además de un fijo en la Selección argentina por varios años, incluida la Copa Mundial 2006, donde anotó uno de los goles más recordados por los hinchas argentinos, cuando decoró con un gran remate una brutal jugada del equipo que también comandaba Pekerman para el segundo tanto de la goleada por 6 a 0 ante Serbia y Montenegro, una secuencia que tuvo 25 toques, entre sutilezas de Juan Román Riquelme, Juan Pablo Sorín, Javier Saviola y Hernán Crespo, entre otros.
Cambiasso forma parte del Grupo de Estudio Técnico (GET) del Mundial de Clubes, un equipo que brinda análisis de todos los partidos del torneo con el objetivo de fomentar y mejorar la comprensión del juego. Arsène Wenger, director de la División de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA, encabeza el grupo que también forman Aliou Cissé (Senegal), Tobin Heath (Estados Unidos), Jürgen Klinsmann (Alemania), Roberto Martínez (España), Gilberto Silva (Brasil) y el líder del GET, Pascual Zuberbühler (Suiza).
En una entrevista con FIFA.com, el argentino analiza diferentes aspectos del juego, desde la evolución del jugador creativo, al rol de los volantes centrales y la descripción del PSG como uno de los equipos más dominantes de la actualidad.
FIFA.com: En la Copa Mundial Sub-20 1997, tuviste de compañero a Pablo Aimar y Juan Román Riquelme, ¿qué representaba tenerlos en esa función, de enganches, que hoy quizás desapareció?
Esteban Cambiasso: El jugador creativo a día de hoy también tiene su lugar. Quizás hace más años tenían un lugar mucho más central.Después, con el correr de los años, los equipos fueron achicando espacio y el espacio se empezó a encontrar más cerca de las líneas, de las bandas, entonces los jugadores creativos se fueron alejando del centro, del núcleo del juego, pero al final están siempre.Cuando uno piensa la mejor posición para Leo Messi, entender cuál es..porque durante tantos años la ha cambiado y en todas ha rendido.
Y así pasa con otros jugadores de nivel, donde son desequilibrantes en cualquier lugar del campo donde jueguen. Lógicamente que tienen que tratar de estar donde más espacios pueden tener.
Con el paso del tiempo esa generación hoy tomó una trascendencia bastante importante, en lo que terminaron muchos, además de todo lo que hicieron como jugadores. ¿En ese momento vos notabas que había una generación especial, no solo para ese momento, sino también para el futuro?
No, la verdad que en ese momento sí notaba que estábamos en manos de grandes formadores. Tanto José Pekerman como su cuerpo técnico han sido gente que nos ha enseñado a cómo había que vivir en este ambiente. No es solo jugar, no es solo entrenar, sino que ser jugador de fútbol conlleva un montón de responsabilidades más grandes.Y ellos, yo creo que nosotros tenemos que estar muy agradecidos que nos han enseñado a cómo ser futbolistas y a cómo manejamos en este ambiente del fútbol. Después de haber terminado la carrera de jugador, que obviamente es la única que no es eterna, porque las otras se pueden llevar hasta el día en que uno no respire más, pero la de futbolista lamentablemente hay que abandonarla antes y todos han podido reciclarse en otra función.
Luis Enrique dijo que, cuando era entrenador del Barcelona, no tenía dudas de que Mascherano y Busquets serían grandes entrenadores si ellos lo querían; ¿percibiste eso de Scaloni cuando era tu compañero?
Siempre percibí en él un gran carisma, una persona que siempre tuvo un ojo de más para lo que es el grupo, en cualquier grupo donde haya estado. Y bueno, también muchísima inteligencia porque logró hacer una gran carrera. Después de eso, al ser entrenador, creo que hay un montón de facetas más que hay que sumarle,pero seguro que tuvo esas condiciones y además una pasión en el fútbol.
Matías Manna, colaborador de Scaloni en la Selección, hizo hincapié en la velocidad con la que juegan los mediocampistas argentinos en base a su técnica, con la idea de que muchos de esos jugadores, como De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister o Leandro Paredes, nacieron como enganches…¿cuánto hay de eso?
Yo no sé si iría ya específicamente a la posición de enganche. Yo digo que al final, sí, son todos jugadores creativos. Pero bueno, cuando empiezo a pensar en mi carrera en Argentina estaba visto como un volante ofensivo y en Italia fui visto como uno de los volantes defensivos más tácticos del fútbol italiano moderno. Entonces también es una cosa que me pasó a mí y que les pasó a otros jugadores, pensando más atrás, como Ever Banega, como Lucas Biglia.
O sea, jugadores con mucha técnica que han tirado su posición más atrás y es el caso de muchos de estos chicos de la Selección. Y sobre todo que hoy el fútbol, a la velocidad que se juega, con las canchas mojadas, con lo rápido que va la pelota, el gesto técnico es de vital importancia.
Porque al final es el que te hace el control orientado y ya sacarte las personas de encima o ya ver dónde vas a jugar la pelota, donde si antes había un poco más de tiempo. Yo digo que hace tiempo se jugaba la pelota al jugador libre.Hoy se juega la pelota al jugador que tiene el rival un poquito más lejos respecto a nosotros. Y ese cambio solo se puede enfrentar con jugadores que tienen mucha técnica.
¿Cuál es la explicación por la que esos jugadores terminan más atrasados o en una función diferente?
No, la explicación de dónde terminan es la confianza que le tienen sus entrenadores. Quizás en otro momento, o depende en qué país caigan, con qué entrenador les toque. Es difícil pensar que en un 10-10 pudiera jugar de volante central, pero hoy el fútbol está llevando hacia eso y el Paris Saint Germain, que es el equipo que viene de ganar, el equipo que quizás mejor juega en este momento, tiene volantes que se mueven continuamente, que uno se pone en posición más baja para iniciar la jugada, los otros se levantan y se transforman en 10, y a nivel de calidad es difícil distinguir cuál tiene más calidad que otro.
Cambiasso habla con calma y sabiduría. Recorre Estados Unidos atrás de nuevas tendencias en el juego, de la observación, de la mirada minuciosa. Desde que empezó el Mundial de Clubes, el argentino destacó la presión alta del Real Madrid de Xabi Alonso, los posicionamientos de Kenan Yildoz en la Juventus o los movimientos de Serhou Guirassy para encontrar espacios.
En la Copa Mundial 2018, Cambiasso tuvo la oportunidad de acompañar a su maestro, José Pekerman, como ayudante de campo de juego en el torneo que la Selección Colombia perdió ante Inglaterra, por penales, en los octavos de final.
¿Cuál es la diferencia que marca Vitinha, que además de ser un excelente pasador, conduce a una velocidad increíble y quizás en ese sentido se diferencia de otros volantes centrales que son un poco más posicionales?
Creo que Vitinha es perfecto para el entorno que tiene. Obviamente que es una manera de interpretar la posición distinta y esto es lo que también nos da como enseñanza que no hay una mejor o una peor, se puede interpretar perfecto y posicional como Busquets y se puede interpretar perfecto y rotando las posiciones como Vitinha. Lo más importante es saber en cada momento lo que un jugador tiene que hacer dentro de un equipo y sobre todo saber sus compañeros cómo comportarse teniendo al jugador que está en ese lado. Creo que eso es fundamental. Era difícil ver desde el Barcelona un Busquets subido y algún otro volante viniendo, pero también era difícil verlos posicionados mal y eso es lo mismo que pasa con el Paris Saint Germain, si bien cambia la idea del hecho de que a veces el que juega abajo es Fabián Ruiz y el que sube es Vitinha y están los dos perfectamente colocados.
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