Cada lunes, la FIFA recuerda un récord histórico de la Copa Mundial de la FIFA™. Esta entrega está dedicada a un seleccionador que se proclamó campeón del mundo en dos ocasiones consecutivas.
- Vittorio Pozzo guió a Italia a dos Copas Mundiales de la FIFA
- El legendario entrenador logró esa hazaña en 1934 y 1938
- Era conocido por sus rigurosos métodos de entrenamiento
Conquistar una Copa Mundial de la FIFA™ conlleva entrar para siempre en el Olimpo del fútbol e inscribir tu nombre y el de tu selección en los anales del deporte rey.
Mucho más difícil todavía es conseguir la gesta en dos ocasiones consecutivas. En la historia del Mundial, dos selecciones han logrado tamaño honor, Italia y Brasil, pero solo un entrenador, Vittorio Pozzo, se ha proclamado campeón del mundo dos veces seguidas. El turinés llevó a la selección de Italia a la victoria en las ediciones de 1934 y 1938.
Viajero empedernido desde muy joven, cayó rendido ante los encantos del fútbol durante un viaje a Inglaterra. Tras jugar en el Grasshoppers suizo y en el Torino italiano, se convirtió en seleccionador de Italia en 1912.
Su cargo directivo en la Pirelli y su formación militar forjaron un temperamento y un carácter que, sin duda, propiciaron sus triunfos consecutivos en los escenarios mundiales. Los rígidos entrenamientos, el control del estilo de vida de los jugadores, la disciplina, la humildad, el sacrificio y el respeto por el rival son los ingredientes básicos de una receta que llevó a Pozzo y a su selección a entrar en la historia.
“Digan lo que digan, nada supera la satisfacción del deber cumplido a conciencia y con fe, incluso con obstinación cuando es necesario, con esfuerzo e instrucción, con prudencia y con éxito», escribió Vittorio Pozzo, quien relató como periodista el Mundial de 1934. Con estas palabras, publicadas en la primera página de la edición de La Stampa del 11 de junio de aquel año, celebró el triunfo de Italia en la final (2-1) disputada contra Checoslovaquia el día anterior.
Cuatro años después, Italia y Pozzo ganaron su segunda estrella en París, tras una victoria por 4-2 contra Hungría, con los mismos principios que habían fundamentado el éxito en la edición anterior.
Posteriormente, solo el Brasil de Pelé emuló el récord de dos títulos del mundo consecutivos (1958 y 1962), pero con dos seleccionadores diferentes, Vicente Feola y Aymoré Moreira respectivamente.