Es un año y una etapa de la humanidad atípica y diferente, pero eso no quiere decir que las instituciones deportivas alrededor del planeta busquen reforzar sus proyectos. Aunque el fútbol es una industria que hace parte del entretenimiento y mueve muchos recursos en términos de marketing, publicidad y patrocinadores, no es ajena a la crisis económica que se está desarrollando a causa de la crisis sanitaria que estamos enfrentando.
Sin embargo, se han hecho esfuerzos económicos de parte de las ligas, y algunos de los equipos se han reforzado. Aquí en Sudamérica con la llegada de Marcos Rojo a Boca Juniors. En Colombia la llegada de Fernando Uribe y Fredy Guarín que rompieron el mercado sin duda. La salida de jugadores al exterior. Caso de Michael Rangel quién venía jugando con Santa Fe, pero debido a su vínculo laboral con el Junior de Barranquilla, se llegó a un acuerdo para que fuera cedido al fútbol mexicano.
En Europa, no hubo muchos movimientos para los nuestros. A excepción de Johan Mujica que llegó al Elche de España con el objetivo de tener mayor cantidad de minutos, ya que no se sentía satisfecho en Atalanta por su constante condición de suplente. En el resto de Europa no hubo mayores movmimientos en los equipos grandes a excepción de Kubo, Aleñá, Carlos Fernández, Odeggard, Papu Gómez o Capoue, pero poco dinero invertido en el camino: 20,45 millones de euros. Un mercado particular para una circunstancia tan particular y diferente.