En un durísimo encuentro, disputado a una tremenda velocidad, Equidad cayó en su visita al Atlético Mineiro, eso sí, dejando alma y corazón, además que quedó con una diferencia considerable para ir a jugarse la vida la próxima semana en El Campín
Un verdadero trabajo el que tuvo el elenco de Equidad en la noche de este martes, en una inédita visita al estadio Independencia de Belo Horizonte en Brasil, escenario que fue testigo de un particular duelo, dos equipos demostrando lo que son, tanto en la actualidad como a nivel histórico, aunque en este caso el «chico» no quiso quedarse con poco y solamente resistir, sino que intentó plantar cara y mostró una mejor cara, por lo menos hasta el minuto 50, cuando quedó con un hombre menos.
El inicio fue de ensueño para los «aseguradores», que rápidamente tuvieron la primera oportunidad con un disparo de media distancia de Ethan González que hizo volar al golero Cleiton, ejerciendo una gran presión que en 7 minutos le dio la primera alegría tras una patada en el área de Elías al capitán Stalin Motta, generando que el juez decretara penal, el cual con mucho carácter y personalidad ejecutó rumbo a gol el canterano David Camacho, quien llegó a su quinto gol con los capitalinos.
Posterior a ello el dominio lo tomó por varios momentos el «galo», que tuvo un par de tiros de larga distancia que realmente hicieron trabajar a Diego Novoa, quien se mantuvo firme, aunque fue hasta el minuto 28 que se encontró, así como los visitantes, con una acción de pelota quieta que tras una habilitación en el área de Igor Rabello, generó que llegara el volante Jair, quien remató fuerte y seco para batir la portería de los bogotanos e igualar el asunto.
Luego de esto Equidad se empezó a tomar más confianza, hacía transiciones muy efectivas, tenía muy buenas salidad y tuvo algunas oportunidades, incluso al final del primer tiempo con un tiro de esquina del uruguayo Matías Mier (que ingresó por la lesión de Cristian Palomeque) y cabeceó Juan Alejandro Mahecha, enviando su cabezazo rumbo al palo, que dejó atónito al público brasileño, yéndose con esa motivación por lo alto.
A pesar de los constantes intentos, en el complemento, eso sí, hubo un dominador claro del juego, el Mineiro, que desde el comienzo intentó imponerse y lo logró, siempre presionando fuerte por las bandas, corriendo y haciendo correr a los capitalinos quizás como ninguno lo pudo hacer en esta Copa, metiendo muchos centros y presión en el ataque.
El juego tuvo un gran desequilibrio cuando al minuto 55 el atacante Ethan González vio la segunda amarilla y dejó al «equipo de la mayoría» con un hombre menos, hecho que le permitió encontrar más espacios a los brasileños, quienes además generaron mucha presión a los volantes de primera línea (Mahecha, Lima y Motta), quienes tuvieron mayor sacrificio, pero no fue suficiente, incluso generando que los «rayados» tuvieran un penal al minuto 67, el cual ejecutó el ecuatoriano Juan Cazares, pero lo atajó de manera soberbia Diego Novoa, aunque en el rebote convirtió, pero el VAR se lo negó por una evidente invasión en el área.
Tras esto el elenco de Minas Gerais siguió ejerciendo la presión en la ofensiva ante un Equidad que empezó más a resistir que a proponer con claridad, dándole espacios a su rival, que al minuto 81 le dejó correr a Elías quien se filtró sin marca alguna de los volantes y sacó un certero derechazo que no pudo contener a pesar de rozar la pelota al portero bogotano Diego Novoa, quien soportó pero estuvo muy bien parado a lo largo del juego, que más allá del éxito brasileño, dejó la serie abierta totalmente, en lo que será un auténtico mano a mano que tendrá al mítico estadio El Campín como escenario y donde los «aseguradores» buscarán una verdadera e insólita hazaña, aún con la esparanza de mantener su «sueño continental».