A propósito de los 60 años del segundo título de Santa Fe, hoy recordamos a uno de los mejores defensores bogotanos de la historia y hombre récord de la zaga cardenal, Carlos Julio Rodríguez
Una de las grandes características a lo largo de la historia de Independiente Santa Fe ha sido la presencia temporada a temporada de jugadores muy versátiles, pero en especial de defensores reconocidos y con mucha experiencia, incluso que han hecho su propia historia hasta convertirse en auténticas leyendas, este es el caso de un bogotano de pura cepa, un «rolo» que dedicó su carrera al elenco cardenal, este es Carlos Julio Rodríguez.
Nació justamente en la gran ciudad, Bogotá en el año 1.934 y desde muy chico fue un apasionado absoluto por el fútbol, tanto que tras estar atento siempre a la campaña del primer título en 1.948, decidió años más tarde ingresar a la cantera del club de sus amores, Independiente Santa Fe.
Allí logró poco a poco hacerse un hueco en el primer equipo del rojo capitalino, tanto así que en 1.956 le llegó su gran chance, debutar en la primera del león, esto de la mano de otro histórico de la institución como Antonio Julio de la Hoz, campeón en el 48 y entrenador en ese 1956 del club bogotano.
Tras dos irregulares campañas desde su debut (12° lugar en 1956 y 7° en 1957), donde igual Rodríguez logró compartir con nombres de la talla de Jaime Silva, Manuel «Pecas» Vega, Hernando «Mono» Tovar o Rodolfo Bedialle, llegaría su gran oportunidad para consolidarse, el año 1958, año de la consecución de la segunda estrella santafereña.
Siendo un jugador habitual del 11 titular de Santa Fe y de la mano del argentino Julio Tocker, Carlos Rodríguez conisguió el campeonato, con la inolvidable dupla de Grecco y Ferraro en ataque, «Manolín» Pacheco el guardián del pórtico, pero de igual forma con el propio Rodríguez siendo pieza fundamental con 36 juegos disputados de 36 que conformaron aquel certamen.
Tras el éxito del 58, llegó una campaña de defensa del título muy irregular, en la que Santa Fe tuvo que conformarse con un séptimo lugar en ese campeonato. Sin embargo un año más tarde, en 1960, llegaría otra alegría para el defensor y su equipo, la tercera estrella.
Nuevamente Carlos Julio Rodríguez fue pieza fundamental para la cosecha de un nuevo campeonato para los cardenales. 44 partidos disputados de 44 posibles para el defensor que ya lograba ser bicampeón y seguía ampliando su historia como cardenal en, para muchos, el mejor Santa Fe de la historia.
Carlos Julio y su tercer título
Tras perdurar en el elenco rojo de Bogotá durante 8 años más posterior al título de 1958, en 1966 llegaría el final de su carrera profesional, aunque fue de la mejor manera como cerró su ciclo futbolero.
Temporada del 66, año de Mundial en Inglaterrra y de un Santa Fe que previamente solo en 1961 pudo estar entre los 3 mejores del país, fue una campaña de resurgimiento y en donde Carlos Julio Rodríguez no fue ajeno a dicha situación.
Ya contaba con 32 años en un momento donde la experiencia le sobraba, pero igual se encontró con un equipo en constante cambio y en el cual solamente consiguió jugar 20 de los 52 encuentros de aquella temporada.
Más allá de ese factor, siempre fue un referente en su posición y logró dejar muy buenas cosas en el seno del conjunto capitalino. Cerró su ciclo con un título especial, su tricampeonato, esta vez con el afamado Gabriel Ochoa Uribe como orientador y así consiguió consolidarse en definitiva en la historia de Independiente Santa Fe, donde alcanzó una cifra récord de 366 partidos e incluso anotó 3 tantos.
El 13 de octubre del 2017 partió de este mundo quizás una leyenda como pocas que ha logrado defender, literalmente, a Independiente Santa Fe, un capitán, referente e incluso hincha que supo hacer historia.