Suiza organizaba el mundial de 1954, cuarta edición del campeonato. 16 selecciones luchaban por consagrarse campeones, Hungría era la gran favorita luego de ganar los Juegos Olímpicos de 1952 y llegar con un invicto de 29 partidos. Los húngaros compartieron grupo con Turquía, con quien no se enfrentaron por ambos ser cabeza de serie -formato único para esa Copa Mundo-, con Alemania Federal a quienes golearon 8-3 y con Corea del Sur (9-0).
En fase de grupos Hungría perdió a su gran figura, Ferenc Puskás. Aún así continuaron su camino a la final dejando a Brasil en cuartos y a Uruguay en semifinales, ambos por marcador 4-2.
Alemania Federal era la otra selección que ya se encontraba en la final. En cuartos le ganó 2-0 a Yugoslavia y en semifinales goleaba 6-1 a Austria.
Llegaba el 3 de julio, final en Berna, Suiza, y Puskás ya estaba recuperado para competir por el título. Apenas se habían jugado ocho minutos y Hungría ya iba ganado 2-0 ¿otra goleada y victoria sencilla como lo fue todo el mundial para los favoritos húngaros? No. Pasaron 10 minutos y Alemania ya había empatado.
Apenas se había jugado 1/3 del encuentro y el partido ya estaba 2-2. Comenzó una lluvia torrencial y el campo cambiaba rotundamente. A Puskás le anularon un gol. Los alemanes, con el diluvio, aprovecharon el entretiempo para cambiar de botines. Adidas innovaba con los taches largos y los ‘teutones’ no iban a dejar perder esa oportunidad para utilizarlos.
Faltando 6 minutos para el final, Rahn anotó y Alemania Federal conseguía su primer título mundial. Era una victoria importantísima luego de todo lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial.
Luego, en 2010, se dio a conocer que los jugadores alemanes se doparon durante todo el mundial con metanfetamina pervitina, algo que usaban también los soldados para potenciar la atención, suprimir el apetito y transmitir una prolongada sensación de bienestar.